DISCOS DE BOLSILLO: Sr Chinarro "La Pena máxima" (2000)

Hubo una época en la que este Gaditano no tenía las cosas tan claras. Su pop no tenía la vitalidad que desde su transformación en estrella del indie-pop, con el sobresaliente “El Fuego amigo” (2005), le ha llevado a públicos más mayoritarios y un mayor respeto de la crítica, a todos los niveles. A mi me gustaba más aquel Antonio Luque imperfecto de sus comienzos, sobre todo el de “El Por qué de mis peinados” (1997) y “Noseque-nosecuantos” (1998), por sus manera de conseguir unas atmósferas, extrañamente familiares, en las que podían compaginarse las capas de sonido de The Cure con elementos flamencos y letras de surrealismo sucio, sin que nada chirriara, más bien todo lo contrario, dotando al conjunto de un misterio del que ahora carece. A mi me gusta el Chinarro de ahora, me alegra el día, pero es que antes me subyugaba ante obras de arte como la que nos ocupa. Porque si el arte es misterio, esta es una demostración brutal de tal afirmación. Entre estas cuatro joyas, están tres de las mejores canciones que hayan salido jamás del imaginario Chinarrero “La Pena máxima”, “Hip hop hurra” y “Un trebol de tres k” sobre las que me parece una tontería comentar nada, ya que dijera lo que dijera sería imposible hacer justicia ante tanto derroche de genio y talento. No les va a la zaga “La Noche del almax”, con su dulce melancolía, que remata esta conjunción de violines tristes, bajos de slowcore, teclados que no te envuelven si no que te penetran y algunas de sus letras más ocurrentes y sentidas de todo su vasto catálogo ( perlas como “Habla despacio, defiéndete,¿quién va a participar?,con una toga de última moda que te hace mayor.Habla tranquila, toma una tila, es la hora del pregón.Tira las canas desde el balcón, la brecha diez puntos son”. Y “Tú, de las casitas bajas,el polo en el bolsillo.Tú, para pasar el rato de lengua para gatos.Tú, conejo en la chistera y cada palo con su vela o con su hoguera.” entran más por los ojos que por los tímpanos). Pero, sobre todo, un estado febril de inspiración imposible de igualar. La pena máxima es la emoción más pura. Oro negro.

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