sábado, 12 de noviembre de 2011

DISCOS DE BOLSILLO: Swans "Young God ep" (1984)


Misa negra. Esas son las dos palabras que me vienen a la mente para definir este descarnado striptease emocional. Aquí hay rabia y dolor. Mucho dolor es lo que transmite por cada uno de sus poros este góspel maquiavélico, en el que el ritmo arrastrado y lentísimo, claro precedente del slowcore, deja espacio para que las seis cuerdas de Norman Westberg pegue sus latigazos de blues endemoniado y construyan el marco perfecto a una ceremonia de depravación, crimen, y odio guiada por la voz de ultratumba de un Gira que alcanza niveles de emotividad acongojantes.
Hecho justo después de esa experiencia extrema llamada “Cop” (1983), “Young God” suena como una versión de éste, en la que el ataque ya no es a puñetazo limpio, si no que viene por vía intravenosa, entrando más lentamente y con un poder de perversión más salvaje, si cabe, y poético.
En este devastador disco los Swans vendrían a certificar el final de una primera etapa, en la que el exceso y la quebrantación, de cualquier tipo de código de ética o moral, conforman las directrices su irreverente libro de estilo, teñido de violencia sonora de difícil asimilación. Obra maestra compuesta de cuatro razones de peso para escucharla en la oscuridad, “Young God” es un festín embriagador de éxtasis malsano, de los que es mejor llevar en secreto.
Tras estos salvajes comienzos Gira no ha parado de mutar su música desgarradora a lo largo de tres provechosas décadas: Ya sea con los más acústicos The Angels Of Light; de forma espartana en solitario; aportando su visión a la electrónica en The Body Lovers, o mediante las diferentes versiones de Swans, Gira sigue forjando una trayectoria terriblemente ignorada y a todas luces necesaria para el que aún crea que la música puede ser una experiencia única, para todos los sentidos.
También capo fundador del genial sello “Young God records” a Gira la palabra “descanso” la debieron borrar de su vocabulario.

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