Un ep de cincuenta y dos minutos?. Sí, sí, no me he equivocado. Impresionante lo buenos que llegaron a ser los de Washington. Y lo atrevidos que eran. Esto lo hace Deerhunter o Sufjan Stevens y les estamos dorando la píldora una buena temporada. Genios en la sombra del pop más inquieto. Aquí podemos encontrarnos con un hitazo como “Cath Carroll”, que parece sacado de un grandes éxitos de los Wedding present, transformarse en rock taquicárdico de corte experimental, ¡ese bajo y esas percusiones!, krautrock metamorfoseado en pasajes acústicos, que luego derivan en tensión electrica instrumental, sin pasar de canción, “Vibe Out!”, pop otoñal de corte preciosista “Goodbye” y, sobre todo, los 33 minutos de “Hydro”, donde se lanzan a una carrera sin fin, con los instrumentos sudando de intensidad, llevando al límite una melodía instrumental, que termina en si misma cuando ya no le queda más vida. Reivindicarlos es poco, habría que hacerles un monumento ruido y melodía.
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