LA CARA B DEL AÑO: Resurreciones.

Año pródigo el 2011 en cuanto a resurreciones discográficas, con casos tan representativos como los que os presento a continuación:

The Jayhawks “Mockingbird Time”. La vuelta al redil de Mark Olson sirve para reactivar a unos clásicos, en toda regla, de la americana de las tres últimos décadas, con un trabajo que sin llegar a las cotas de inspiración de sus obras maestras de antaño, rezuma genialidad por los cuatro costados. Bienvenidos, de nuevo.

The Wild Swans “The Coldest Winter For A Hundred Years”. Dos décadas después vuelve el gran Paul Simpson con su pop refinado en las formas y terriblemente ácido en su contenido, para dejar el mensaje de su música, en una época necesitada de lenguas viperinas como la suya.

Should “Like A Fire Without Sound”. Trece años son demasiados sin noticias de una banda tan personal. Con demostraciones de art-pop tan hermosas y trufadas de belleza, como esta maravilla, saldan las deudas pendientes.

The Feelies “Here Before”. Cuando más evidente es el tremendo legado que dejaron durante su ausencia – Real State, Luna, Yo la Tengo- vuelven como si en vez de dos decenios, hubieran pasado un par de añitos, nada más, para regalarnos otra rodaja de rock atemporal, clásico y rebosante de genialidad desde las seis cuerdas.

 

The Smithereens “2011”. Su primer disco con material propio en doce años los acerca más que nunca a sus grandes discos de los ’80, y se convierte en una introducción perfecta a su mundo de pop vitalista y energético.