lunes, 27 de febrero de 2012

SEÑALES DE HUMO: Guided By Voices "Let's Go Eat The Factory"

Se les echaba de menos. Ocho años desde su disolución y vuelta a la palestra con la formación original de los imbatibles “Bee Thousand” (1994) y “Alien Lanes” (1995), para volver a los orígenes del sonido destartalado de aquellas dos obras maestras, y parir un hermano pequeño, más amargado y teñido de melancolía sangrante. Entre esta atmósfera de extrañeza y pop deshilachado que recorre todo el espíritu de esta obra, con aires de disco maldito desde su primera escucha – “Spiderfighter” con su rock correoso de arranque y mutación en tonada al piano en el final, o la implosión continua que se respira en la axfisiante “Either Nelson”- se cuelan algunos resquicios de luz tan cegadora como los de: El pop acústico de la hermosísima “Doughnut For A Snowman”; el clasicismo Lo-fi de la no menos bella “Chocolate Boy” por parte de Pollard, y el colchon de cuerdas sintetizado de formas abstractas en “Old Bones”; La intensidad teñida de psicodelia de la enorme “Waves” y la fragilidad estremecedora en “Who Invented The Sun” del lado de Sprout. Momentazos que desvirtúan algo el conjunto, pero justifican por si mismas la vuelta de la tercera pata más importante, junto a Beat Happening y Sebadoh, de la santísima trinidad del Lo-fi entre finales de los ochenta y el primer lustro de la década siguiente. No estamos ante uno de los grandes discos de los Ufópatas más conocidos del mundo indie, pero sí ante uno de sus largos más personales y distintivos de su infinita trayectoria. Un recorrido que va descubriendo nuevos parajes cada vez que es transitado, y por la que venderían su alma la mayoría de formaciones del circo del underground actual. Entrañables hasta el fin.

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