Kevin S. Rowlands era un puto genio con sangre negra hirviendo en sus venas célticas. Esta celebración por todo lo alto de su pop soulero sudoroso es una de la cumbres de los '80. Todo el que se preció a intentar llegar a estos niveles de intensidad fusionando el pop blanco con las raices negras posteriormente, fracasó irremediablemente. Demasiado alto el listón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario