viernes, 3 de agosto de 2012

IBERIA EMERGIDA: Los Punsetes "Una Montaña Es una Montaña"


Como reza el tan apropiado título del tercer trabajo de los madrileños “Una montaña es una montaña”  y si se consigue escalar, pues mejor que mejor. En este caso, no solo lo consiguen, si no que, además, la coronan colocando su bandera un peñasco justo debajo de la santísima trinidad del pop patrio formada por Los Planetas, Sr Chinarro y Fernando Alfaro - Surfin’ Bichos, Chucho -.
Trazando una evolución natural hacia unas composiciones menos crípticas, y oscuras, que en sus mas que prometedores comienzos, Los Punsetes, cada día que pasa, se acercan un poco más a las coordenadas sonoras de los ineludibles Planetas, no hay mas que escuchar cañonazos del calibre de “Alferez provisional”, “Los tecnócratas”, “Malas tierras” y “Un Corte limpio” para darse cuenta de esta realidad. Una evolución en la que si hay un parecido razonable, desde luego no lo es por intento de arrimarse al código sonoro de los granadinos, si no a un tremendo paso adelante en la construcción de unas composiciones de pop cada vez más expansivo, en las que la voz de Adriana busca nuevas carreteras secundarías hacia la epidermis, desde su inconfundible tono neutro, y donde las guitarras de Jorge y Manu suenan más poderosas y melódicas que nunca. También es de recibo hablar del  uso que siguen haciendo del legado de The Cure y Joy Division, adaptándolo con total naturalidad a su discurso para poder confeccionar cortes tan definitivos como “Un corte limpio” y “Mis amigos”.
Hay que señalar a El Guincho como uno de los principales culpables para que Los Punsetes suenen más compactos que nunca, gracias a una producción, en la que quedan disipados al momento los temores de que su influencia provocara acercamientos al pop tropical, donde todos los espacios del puzzle sonoro son rellenados, aparte de por el instrumental de siempre, con piezas nuevas, como los agradecidos teclados de atmósfera muy orgánica en “155” y “Flora y Fauna”, creando una magnética red de pop nervudo, atractiva a más no poder.
Llegando a tales niveles de excelencia, Los Punsetes no pierden ni un ápice de su  humor tan característico en unas letras donde Manu Sanchez sintetiza mejor que nunca sus historias, alejándose muy inteligentemente del propenso chiste fácil al que estaban expuestos en sus comienzos, siguiendo por la vía, ya conocida, de la crítica - “Los Tecnócratas” -; las rupturas de pareja - “Untitled” -; el fin de la amistad - “ Mis amigos” -; y las historias callejeras - impresionante “Tráfico de órganos de iglesia” -.
Lo dicho, disco sobresaliente que si se queda a las puertas del bonito calificativo de “obra maestra” solo es por un ligero bajón hacia su segunda parte provocado por temas, por otro lado notables, como “John Cage”, “Paraiso” y “Los glaciares”.

Pubilcado en www.livetheroof.com/

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