Una de las bandas más importantes
del panorama nacional, Aina abrieron la veta a un tropel de bandas nacionales post-hardcore y punk-rock - No
More Lies, Lisabö, Standstill -, dando vida a una vibrante escena que no ha
dejado de crecer desde mediados de los 90.
Echando a rodar en 1995 desde Barcelona,
Aina pronto se abren paso con su
vital unión a Bcore, para el que graban ese mismo año “Uptight” (Bcore, 1995),
su primer single. El recibimiento de esta primera publicación es tan entusiasta
que la dinámica de conciertos se expande a fuera de Catalunya, por todo el
territorio español. Durante esta época llegan a grabar un single a medias con
los americanos Rhyhtm Collision que los confirmará como uno de los más
importantes valores a seguir. Ya durante la grabación de este disco entra Álvaro como nuevo bajista, quedando
conformada la alineación clásica del grupo con el susodicho, Artur - guitarra y voz -, Titi - guitarra - y Pau
- batería -. Vuelta a los estudios tras su gira de iniciación, Aina comienzan a
trabajar en lo que iba a ser su tercer single, hasta que por mutuo acuerdo con
Bcore deciden recopilar sus singles y todo el material grabado hasta la fecha
para dar cuerpo a a “Sevens” (Bcore, 1996), el primer álbum del cuarteto.
Apabullante debut en largo,
“Sevens” (Bcore, 1996) suena a todo menos a colección de retales: homogéneo y
certero en todos sus cortes, el primero Lp de Aina es una generosa tarjeta de
presentación a su mundo fortificado con los cimientos del sonido promulgado
desde Washington D.C. y a través del que también se intuye una influencia vital
de ACDC o bandas de indie-rock vertiginoso como Superchunk .
Una de las propuestas más
exportables de nuestra música, Aina se propulsarán a lomos del tremendo impacto
de su álbum de presentación con una kilométrica gira. Saliendo de los límites
peninsulares, empezarán a convertirse en unos habituales en Francia. Ya en
1998, los conciertos siguen sucediéndose, volviendo a actuar esta vez con temas
que formarán parte de su siguiente lp, “Aina” (Bcore, 1999).
Haciendo un rodaje continuo de
actuaciones en directo, Aina volverán a Francia en Octubre desde donde se
meterán en los estudios Pole Nord con el ingeniero de sonido Fred Norguet, de
gran reputación dentro de los círculos underground
franceses, al no poder contar finalmente con Jay Robbins - Jawbox -.
De resultado sobresaliente, el
segundo álbum de Aina es la verdadera piedra de toque desde la que Bcore
comenzará a hacerse grande e influyendo a riadas de grupos nuevos que
necesitaban un faro estatal para poder dar continuación al providencial camino
abierto por los catalanes. A reseñar también la impresionante aceptación que
tiene en el extranjero, convirtiéndose en la primera banda nacional
vanagloriada desde los circuitos underground
del indie americano.
Nada más salir el disco, Aina se embarca
en una nueva vuelta a la actividad durante cinco semanas de actuaciones a lo
largo de toda Europa, dejando muy claras sus intenciones de expansión a través
de un trabajo sobresaliente y unos directos incontestables. En esta época llegan a compartir escenario con bandas de la
talla de Karate y Bluetip.
Vuelta a España, una dislocación
en el hombro de Pau mientras hacía skate hace que tengan retrasar su
presentación del disco en terreno nacional para el 14 de mayo en la Ciudad
Condal, volviendo a dar comienzo a otra gira triunfal por territorio ibérico.
Nombrado uno de los mejores
discos de aquel año en publicaciones como Mondosonoro y Rockdelux, esta última
lo llegaría a colocar entre la lista de los mejores discos de la década, la
gran aceptación de “Aina” (Bcore, 1999) llevará al cuarteto a una posición de
privilegio a la hora de afrontar su siguiente paso discográfico.
Antes de éste, vuelven a
embarcarse en nuevas aventuras en la carretera, esta vez junto a los de
Washington D.C. The (Capitol City) Dusters - con los que llegarán a grabar un
single a medias -, yéndose en octubre otra vez por Europa durante otras cinco
semanas.
Tras un mas que necesario periodo
de reposo, Aina siguen en boca de todo el mundo, y su reconocimiento les
acabará llevando en 2001 a telonear a bandas del éxito de Queens of the Stone
Age y At the Drive in. Mientras vuelven a la acción, nuevos temas van saliendo
a la luz y esta vez con un premio mayor: la marcha a Washington D.C. para
ponerse a las manos de Jay Robbins - Government Issue, Jawboz, Burning Airlines
-.
Cumplidos dos sueños en uno, “Bipartite”
(Bcore, 2001) será el resultado de otra muestra del enorme potencial de la
banda Barcelonesa. Sin llegar a los niveles de excelencia de su anterior Lp,
estamos ante un disco que volverá a ponerlos en candelero. De nuevo críticas
excelentes y con una gran aceptación entre las parroquias indies, Aina comenzarán una promoción que les llevará a
dar más de 150 conciertos en 2002.
Después de una gira tan
agotadora, las dificultades de vivir de un grupo musical en España, los
compromisos familiares y la idea de formar Nueva Vulcano por parte de Artur,
llevará a Aina a su disolución en 2003. Idea consensuada por los cuatro, llevan
a cabo este mal trago de la mejor manera posible: despidiéndose a lo grande.
Dos maravillosos eps de
despedida, publicados durante ese año, y una antológica actuación en la sala
Apolo de Barcelona y otra en el Palm Beach de Sant Feliu de Guixols
certificarán el fin de una de las trayectorias más importantes del punk-rock
español y europeo de las dos últimas décadas, tras la que cada uno de sus
componentes tomará direcciones distintas. De éstas la de Artur será la más
rastreable a partir de ese momento. Con éste metido de lleno en Nueva Vulcano,
Pau viviendo en Washington D.C. y el resto del combo desconectado del mundillo,
Aina no ha dejado de sonar durante todo este tiempo, gracias también a
esporádicos conciertos que, sin embargo, nunca han tenido pinta de hacernos
pensar en una vuelta deseada por muchos.
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